Diseñar MVP, supuso un reto que combinó funcionalidad y estética en perfecta armonía. Desde el primer esbozo, el objetivo fue claro: crear un espacio donde el ejercicio no solo fuera una actividad física, sino una experiencia sensorial que conectara a los usuarios con su entorno.
El diseño de MVP no se limita a ser un simple gimnasio; es un espacio donde el entrenamiento se convierte en un estilo de vida. Cada elemento, desde el mobiliario deportivo hasta los detalles arquitectónicos, han sido cuidadosamente integrados para formar parte de un conjunto visual coherente y atractivo. La estética no se sacrifica por la funcionalidad, sino que ambas se potencian mutuamente.
Los espacios abiertos y bien iluminados promueven la concentración y la energía, mientras que las áreas más íntimas invitan a la relajación y la recuperación. MVP es más que un centro de entrenamiento; es un lugar donde la estética y la funcionalidad se entrelazan para ofrecer una experiencia de entrenamiento única, en un ambiente que inspira y transforma.